A Mi Me Lo Hicisteis

Extracto del Boletín Semanal


Octubre 02, 2016

“Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabitos a la izquierda Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo: Porque tuve hambre, y me distes de comer; tuve sed, y me distes de beber; fui forastero y me recogiste; desnudo y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel y vinisteis a mi…” Mateo 25:34-36

Ruth miro en su buzón del correo, pero solo había una carta. La tomo y la miro antes de abrirla pero luego la miro con más cuidado.

No había sello ni marcas del correo, solamente su nombre y dirección.
Leyó la carta esta decía:
” ‘Querida Ruth, estaré en tu vecindario el Sábado en la tarde y pasare a visitarte’.
Con amor, Jesús “

Sus manos temblaban cuando puso la carta sobre la mesa. “¿Porque querrá venir a visitarme el Señor?”

“No soy nadie en especial, no tengo nada que ofrecerle… “¡Pensando en eso, Ruth recordó el vació reinante en los estantes de la cocina!”

“¡Ay No!, ¡No tengo nada para ofrecerle!” Tendré que ir a comprar algo. “Bueno comprare algo de pan y alguna otra cosa, al menos”.¡Se echo un abrigo encima y se apresuro a salir! Una hogaza de pan francés, media libra de pavo, y un cartón de leche… Y Ruth se quedo con solamente doce centavos que le deberían durar hasta el lunes.

Aun así se sintió bien camino a casa, con sus humildes ingredientes bajo el brazo. “Oiga señora: ¿Nos puede ayudar? “ Ruth estaba tan absorta pensando en la cena que no vio las dos figuras que estaban de pie en el pasillo.

Un hombre y una mujer, los desvestidos con poco mas que harapos. “Mire señora, no tengo empleo, usted sabe, y mi mujer y yo hemos estado viviendo allá afuera en la calle y, bueno, esta haciendo frío y tenemos hambre, y, bueno si usted nos puede ayudar, señora, le estaríamos muy agradecidos…”

Ruth los miro con más cuidado. Pensó que ellos podrían obtener algún empleo si realmente quisieran.

“Señor, quisiera ayudarles, pero yo misma soy una mujer pobre. Todo lo que tengo son unas rebanadas de pan, pero tengo un huésped importante para esta noche y planeaba servirle eso a El”

“Si, bueno, si señora entiendo, Gracias de todos modos”

El hombre puso su brazo alrededor de los hombros de la mujer y se dirigieron a la salida a medida que los veía  saliendo, Ruth sintió un latido familiar en su corazón. “¡Señor, espere!” La pareja se detuvo y volteo a medida que Ruth corría hacia ellos y los alcanzaba en la calle.

“¿Mire porque no toma esta comida? Algo se me ocurrirá para servir a mi invitado…” Y extendió la mano con la bolsa de los víveres. “¡Gracias, señora, muchas gracias!”

“¡Si gracias!” dijo la mujer y Ruth pudo notar que estaba temblando de frío. “Sabe, tengo otro abrigo en casa tome este” Ruth se quito su abrigo y lo deslizo sobre los hombros de mujer. Y sonriendo dio media vuelta y volvió a su casa… sin su abrigo y sin nada que servir a su invitado. Ruth estaba tiritando cuando llego a la entrada de su casa, ahora no tenia nada que ofrecerle al Señor.

Busco rápidamente la llave en la cartera. Mientras lo hacia noto que había otra carta en el buzón. “¡Que raro, el cartero no viene dos veces en un día!” tomo el sobre y lo abrió, decía así:
“Querida Ruth que bueno fue volverte a ver. Gracias por la deliciosa cena, y gracias también por el hermoso abrigo. Con amor Jesús.”

Te animo a reflexionar en esta tremenda enseñanza.

Yo lo recibí por E-mail y me pareció tremendo, por eso lo comparto contigo, creo que no necesita agregar nada mas, ya que el mensaje habla por si solo.

¡Que Dios los bendiga!
Ps. Marisa Varjabedian