Extracto del Boletín Semanal
Noviembre 06, 2016
Leer Salmo 39:12
Si, oh Señor, extranjero contigo, pero no a ti.
Tu gracia ha quitado todo mi alejamiento de ti; y ahora, en comunión contigo, ando por este mundo pecador como un peregrino en país extraño.
Tú eres un extranjero en tu propio mundo. El hombre te olvida, te deshonra, establece nuevas leyes y extrañas costumbres y no te conoce.
Cuando tu querido Hijo vino a los suyos, los suyos no lo recibieron.
Él estaba en el mundo y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció. Nunca extranjero alguno fue tan extraño entre los ciudadanos de cualquier país como lo fue tu amado Hijo entre los hermanos de su madre.
No es extraño, pues si yo, que vivo la vida de Jesús, soy en este suelo desconocido y extranjero.
Su mano herida desato las cuerdas que una vez ataron mi alma a la tierra, y ahora me hallo como un extranjero en el mundo.
Mi habla parece a estos babilonios, entre quienes vivo, un habla extranjera; y mi conducta y mis acciones les son extraños.
Se sentiría más cómodo un noble entre plebeyos que yo en las guaridas de los pecadores.
Pero aquí esta la bondad de mi suerte:
Yo soy extranjero contigo.
Tú eres mi compañero en el sufrimiento y en la peregrinación.
¡Oh que gozo es andar en tu bendita compañía!
Mi corazón arde dentro de mí en el camino mientras me hablas, y aunque soy un peregrino, soy sin embargo más feliz que los que se sientan en tronos, y me siento mucho más cómodo que los que habitan en casas lujosas.
A cualquier parte sin temor iré
Si Jesús dirige mi inseguro pie;
Sin su compañía todo es pavor,
Más si él me guía no tendré temor
Con Jesús por guía donde quiera voy;
Caminando en pos de él seguro estoy.
Y aunque padre y madre me puedan faltar,
Jesucristo nunca me abandonara.
Extraído del libro “Lecturas matutinas”
De C. H. Spurgeon Pág. 82
Dios Le Bendiga,
Ps.Marisa Varjabedian