Extracto del Boletín Semanal
Agosto 14, 2016
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. (Isaías 43:2)
Dios quiere que seamos diligentes y que lleguemos hasta el final con Él, no que vayamos hasta donde el camino se pone difícil y que paremos allí.
Uno de los desafíos más grandes es el de enfrentar nuestras montañas en vez de tratar de hacer otro camino al rededor de ellas.
A veces damos vueltas y vueltas alrededor de la misma montaña, y terminamos como los israelitas en el desierto, vagando durante cuarenta años (Deuteronomio 2.1-3).
Tenemos que aprender a subir las montañas, llegando hasta el final con Dios.
Ese es el único sendero a la victoria.
Te animo a seguir todo el camino con Dios, por difícil que parezca.
Deja que Él haga su voluntad en tu vida.
Ora que se cumpla su voluntad, no la tuya.
Dios quiere que dirijas tu vista hacia delante, que plantes firmemente tus pies en el camino, y que sigas hasta el final.
A propósito, la actitud que asumes mientras atraviesas el camino es lo más importante.
La Palabra dice que debemos tener gozo, porque de otra manera, es posible que tengamos que pasar por el mismo camino de nuevo. Lea Santiago 1.2-4.
Ora así:
“Padre, gracias por infundir fuerza interior en mí, para que esté preparado y capacitado para enfrentar cualquier circunstancia como dice Filipenses 4.13. En el Nombre de Jesús, ¡Amén!”
Recuerda la promesa de tu Dios: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Isaías 43:2
¡Que Dios los bendiga!
Ps. Marisa Varjabedian