Con frecuencia, cuando le digo a la gente que Dios esta enviando un avivamiento de su santidad, lo asocian con algo duro y negativo.

Cuando hablo de santidad, se imaginan que estoy     hablando de vivir según un conjunto legalista de normas hechas por el hombre acerca de la ropa y los estilos de peinado.

Tristemente, piensan así porque en el pasado la Iglesia ha definido la santidad sencillamente como un abstenerse de fumar cigarrillos o de cómo vestirse las mujeres o de ver espectáculos mundanos.

¡Esa no es la santidad verdadera!

La Biblia no define la santidad como un intento por parte del hombre, de vivir de acuerdo con ciertas reglas o   normas creadas por el hombre.

De hecho, la verdadera santidad es una obra interior del Espíritu Santo en el corazón del creyente.

Solo Dios nos puede hacer santos, y El esta masinteresado en dar forma a las actitudes de nuestro corazón y liberarnos de los apetitos incorrectos, que deconformarnos a algún código de conducta hecho por los hombres.

Lo que Él quiere es formar a Cristo en nosotros.